En nuestro viaje a la provincia de San Luis, conocimos la gruta de Inti Huasi y luego nos adentramos por un camino de tierra hasta unas piedras pintadas por los pueblos originarios. Sin dudas, una actividad fascinante.
La Carolina, nuestra primera parada.
Luego de recorrer el camino que une el pueblo de Nogolí con el Dique Esteban Agüero (el cual recomendamos ampliamente, por sus increíbles vistas), llegamos a nuestro pueblo preferido de San Luis, La Carolina.
Un poco de historia:
Con una población aproximada de 300 habitantes, se ubica a 80 kilómetros de la capital provincial. Las construcciones están emplazadas sobre la base del cerro tomolasta, a 1600 metros sobre el nivel del mar.
Hasta 1794 se lo llamó San Antonio de las Invernadas. En ese año, el virrey Sobremonte, se lo cambio por “La Carolina” en honor de la hija del rey Carlos tercero de España.
Todo cambió en el pueblo cuando un vecino llamado Tomás Lucero, encontró oro, y lo llevó a aquilatar (examinar y graduar los quilates de oro) a Córdoba.
Una vez que se empezó a pasar de boca en boca que había oro en el lugar, se realizaron estudios que determinaron, mediante la utilización de un trapiche, que el mineral era de buena calidad.
A raíz de esto, comenzaron a llegar muchas personas en búsqueda del preciado material. Se extrajo tanto que hoy en día es muy dificil encontrarlo, ya que a mediados del siglo pasado los mineros y lavadores agotaron los recursos.
Nuestro paso por La Carolina.
Llegamos aproximadamente a las 2 de la tarde, horario en que todos los habitantes duermen la siesta. Por suerte, encontramos un local que vendía sanguches de milanesa, y compramos para comer.
Para tener en cuenta en el pueblo: No hay cajeros automáticos, solo funciona la red de telefonía Claro y tampoco hay estaciones de servicio, aunque algunos negocios venden nafta.
Luego de pasear un poco por la calle principal y por la plaza, subimos al auto y seguimos camino hasta nuestro próximo destino: Inti Huasi.
Nuestro próximo destino, Inti Huasi.
A 20 kilómetros de La Carolina se encuentra la Gruta de Inti Huasi, o también llamado “Casa del Sol”, el cual es uno de los yacimientos arqueológicos prehistóricos más importantes de América.
Mediante diferentes investigaciones, se determinó que el primer asentamiento humano que se radicó acá fue en el 6200 antes de cristo.
Lamentablemente, las pinturas rupestres que existían se fueron perdiendo debido a filtraciones de agua en las rocas y a grietas producidas por los movimiento sísmicos.
Estuvimos hablando con Antonio, el guía de sitio del lugar y nos comentó detalladamente los datos más importantes de la zona. Pueden verlo en nuestro video de Youtube.
Nuestro último destino, Casa de Piedra Pintada.
Haciendo unos 10 kilómetros aproximadamente, por un camino de ripio el cual no está señalizado, se llegan hasta estas pinturas rupestres. Este lugar se encuentra en la base del cerro Sololosta.
Lamentablemente, las pinturas sufrieron del vandalismo, por lo que están todas rayadas por personas que no comprenden la importancia histórica de este lugar.
Para saber más, mirá nuestro video en Youtube: