Uno de los últimos lugares que visitamos fue Zapiola, un pequeño pueblo de alrededor de 100 habitantes (censo 2010), que se ubica a 18 kilómetros de su ciudad cabecera, Lobos, y a 87 kilómetros de la Capital Federal. Te contamos nuestra experiencia.
Los caminos para llegar a Zapiola son de tierra, pero están en muy buen estado ya que hay bastante tráfico en la zona, vinculado al trabajo de campo. Siempre que llueve recomendamos evitar caminos de tierra si no se posee un vehículo adecuado para atravesar barriales, pero en este caso el tiempo ayudó.
El camino que une la ruta 205 con el pueblo es de 8 kilómetros apróximadamente, los cuales en unos 15 minutos se hacen a una velocidad baja para evitar deteriorar el vehículo. Una vez que se llega al pueblo, un gran cartel recibe a los visitantes.
“Zapiola, pueblo de la inmaculada”, se deja leer por un cartel de madera, por encima de una virgen. La razón de este cartel es que la capilla del pueblo lleva el nombre de “La Inmaculada concepción”.
Una vez que nos detuvimos a sacar fotos en el cartel de bienvenida al pueblo, seguimos hasta encontrar la estación de ferrocarril. Una vez que llegamos a la zona ferroviaria, bajamos del auto y decidimos caminar por la zona para poder apreciar todo mucho mejor, siempre cámara en mano.
Fue una grata sorpresa encontrar la estación de tren pintada, arreglada y bien señalizada. Además, unos perritos nos acompañaron en toda nuestra recorrida por las instalaciones, una grata compañía que siempre nos gusta. El ramal que pasa por Zapiola es el que une Merlo y Lobos, perteneciente al Ferrocarril Sarmiento.
Frente a la estación, una vieja construcción conservaba unos surtidores de nafta y kerosene muy antiguos, los cuales se mantenían en muy buen estado. Al lado se encontraba un boliche de campo donde unas personas disfrutaban de una cerveza, en plena tranquilidad.
El día estaba hermoso, el viento molestaba un poco a la hora de grabar con la cámara, pero igual se disfrutaba el ambiente tan pacífico. Podes ver nuestro video en Youtube donde te mostramos más a detalle el pueblo:
Luego de estar en la zona del ferrocarril fuimos para la plaza principal, curiosamente alejada de la estación de tren por unas cuantas cuadras. Cuando pasamos por la calle que nos dirigía hacia la plaza, nos sorprendimos por la cantidad de construcciones antiguas que había en pie.
Una vez en la zona de la plaza, observamos que estaba cercada para que los animales no ingresen. Luego, fuimos a conocer la capilla, la más antigua del partido de Lobos, muy hermosa y llamativa.
Aprovechamos a sacar bastantes fotos a las construcciones antiguas que a nosotros nos fascinan. Nadie nos molestaba, parecía un pueblo fantasma en algunos momentos. Escuchamos pasar el tren a horario, por lo que es una buena opción de transporte si no se cuenta con auto particular.
Luego de tomar diferentes fotos, decidimos ir a conocer un antiguo almacén que había a unas dos cuadras de la capilla. Cuando llegamos, vimos que había un cartel de bienvenida y algunas mesas y sillas de madera, por lo que era un restaurante, el cual estaba cerrado.
Después de descansar un rato y haber conocido el pueblo, nos despedimos felices de tachar otro lugar del mapa. Nos gustó Zapiola, la pasamos muy bien.
¿Vos conoces Zapiola?